Prohibido prohibir
Decía Lenin “hay décadas en las que
no pasa nada y semanas en las que pasan décadas”. El inicio del año no ha sido
nada prometedor. El asesinato del General iraní Qassem Soleimani cimentó en la
población el temor porque se desencadenara una Tercera Guerra Mundial. A lo
largo del primer mes de 2020, ha habido protestas en Estados Unidos, para
evitar la escalada de violencia y el desencadenamiento a otro conflicto bélico.
En Australia, los incendios se
intensificaron las primeras semanas de enero y las imágenes que circularon eran
totalmente desgarradoras, pero sobretodo preocupantes. La crisis del cambio
climático que enfrentamos actualmente ha instado –obligado– a los líderes
mundiales a promover políticas ambientales más drásticas y severas. En México,
por ejemplo, desde el 1 de enero entró en vigor la ley que prohíbe producir y
comercializar bolsas de plástico en la capital.
Con el éxito
de la consigna “un violador en tú camino”, se ha dado fe que las mujeres de
cada vez más países están alzando la voz y están uniéndose a la lucha feminista.
En el 2019
abundaron las protestas en todo el planeta. En América Latina; la sociedad chilena
estalló ante el incremento en la tarifa del transporte público, en Bolivia los
resultados fraudulentos de la victoria electoral de Evo Morales dieron pie a 21
días de protestas violentas.
Del otro
lado del mundo, los chalecos amarillos de Francia no han cedido ante las
reformas que el gobierno de Macron ha impuesto para frenar con las
manifestaciones y en Hong Kong, un proyecto de ley que amenaza la autonomía de
la región frente a China ha mantenido a los protestantes en la calle
enfrentándose con la policía desde marzo del año pasado.
El 2020
podría deparar un cambio en el paradigma de la sociedad como la conocemos. Tal
como en los 60’s, actualmente vivimos en un ambiente de cambio constante: con cada declaración y movimiento que hace el
presidente Trump, estamos a la expectativa del desencadenamiento de una guerra
mundial. El neoliberalismo es un sistema
que cada vez se ve más insuficiente a las demandas de la sociedad actual.
En el tiempo
en el que la ultraderecha y la izquierda radical luchan por hacerse del poder
absoluto, nos toca ser sujetos críticos y empáticos a la lucha social.
“La revolución no es algo fijo
en la ideología, ni es algo que está ligado a una década en particular. Es un
proceso perpetuo ligado al espíritu humano.”
Abbie Hoffman, fundador del Partido Internacional
de la Juventud en los 60’s.
Por Natalia Montalván

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