Maestros sin vocación
Por Alba Aura Saucedo
Este sábado en clase he tenido la experiencia más amarga en toda mi vida universitaria. A lo largo de mi travesía escolar me he topado con una cantidad inmensa de maestros. Algunos pasan de largo, y otros me han dejado una marca por su manera de enseñar. He tenido maestros, como los de teorías de la comunicación, géneros periodísticos, metodología periodística que han aumentado mi deseo y vocación en el periodismo.
Sin embargo, este sábado no fue así.
Un maestro, que se jacta de conocimientos, de técnica... demostró la insensibilidad ante el alumnado. Jactándose de ser honesto y regirse por el reglamento, terminó demostrando su hipocresía. Luego de un evento con el, donde cuestiono la veracidad de mis trabajos y luego de haberlo ido a reportar a coordinación, me di un clavado al reglamento universitario.
Encontré muchas inconsistencias. Encontré y entendí que realmente no es un maestro. Que no tiene la vocación de querer formar periodistas... ¿cómo va a tenerla? El mismo no es periodista.
Lloré de coraje si, me sentí mal, pero también entendí que debo ver las cosas buenas. Justo un día después, mi maestra de metodología me escribió para darme consejos extras de mi reportaje. Está apasionada con mi tema. Fue ahí donde entendí que aún en los sábados están estos maestros que nos hacen ver que elegimos la especialidad correcta.
Gracias maestros, por ir cada sábado a formar periodistas.
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