Entre
líneas
La desolación del Senado
He querido
hablar de esto desde que salió la noticia, porque desde un principio pensé en “El
Hobbit”, de J.R.R. Tolkien, ¿cómo no voy a compararlos? Si alguien ha leído
este libro o visto la película, sabrán de qué hablo, incluso puede ser que lo
hayan relacionado o se les haya hecho familiar.
¿A qué me refiero? A Smaug por supuesto,
el dragón que les robó el tesoro a los enanos. Imaginen, una montaña, o sea, el
Congreso, en el que se crea a diario el futuro de una nación, en este caso, lo
que los enanos con tanto esfuerzo recolectaron; para que un mal día, sean
atacados por una bestia escupe fuego.
Es bastante sencillo entender a dónde
voy, porque si bien, los senadores y diputados no nos han corrido de nuestro
hogar, no es porque no quieran, sino porque nos necesitan para cobrar esa exorbitante
suma de dinero que se llevan, y que alguien presumió que iba a disminuir, sólo
digo.
Aunque eso no va a pasar, por mucho que
el señor presidente diga lo contrario, porque es como le dijo Smaug al señor
Bilbo Bolsón de Bolsón Cerrado, cuando tu posees un tesoro, sólo vas a querer
más, no tendrás suficiente, te volverás loco de avaricia, porque eso es lo que
hace lo que está enterrado debajo de esa montaña.
Estoy parafraseando, pero no significa
que sea menos cierto. Lo vimos con Thorin Escudo de Roble, hijo de Thráin, rey
de los enanos, quien comenzó a ponerse en contra de la Compañía, de aquellos
que no le dieron la espalda y se embarcaron en una misión suicida, porque
creían en la promesa de recuperar su hogar.
En este caso, no sé quién es Thorin y
quien es Smaug, pero a los dos los afectó el tesoro, la diferencia es que el
segundo lo sabía y era cruel por su naturaleza, se notó cuando dijo que el
sabor de los enanos era especial. En cambio, Escudo de Roble, se creía incorruptible,
todos aquellos que vimos o leímos, sabemos que no fue cierto.
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