El año 2020 será el año de la mujer periodista
Sí, ya hay mujeres periodistas. Elena Poniatowska es un gran referente a eso, Carmen Aristegui, Frida Guerrera; varios
nombres pueden venir a mente al pensar en el periodismo femenino.
Pero, sólo basta echar un vistazo a los
textos de opinión en los periódicos y hacer una estadística de cuántos son de
hombres y cuántos de mujeres.
¿Cuántos referentes hay en mujeres que
hablen de la guerra y los conflictos políticos? ¿cuántas mujeres periodistas
hablan de la cultura sin caer en el amarillismo del espectáculo? ¿mujeres
escritoras? Contadas.
Sin embargo, el periodismo ha empezado
una nueva vertiente, una vertiente donde la mujer se ha ido abriendo paso en
esta profesión. La mujer puede opinar,
puede ser crítica.
La
guerra, como se creía, no es sólo tema de hombres
“No puedo cambiar mi sexo, pero ustedes
podrían cambiar su política” con esta frase Helen Kirkpatrick logró ingresar al
Chicago Daily News cuando el entonces editor en jefe, Peter Knox, le aseguró
que no tenían a mujeres en el personal. Así, Helen cubrió toda la Segunda
Guerra Mundial desde Londres para el Chicago Daily.
Desde el siglo XIX, mujeres como
Kirkpatrick han incursionado en el periodismo de guerra, rompiendo cualquier
prejuicio de género. Marie Colvin, por ejemplo, evidenció a organizaciones como
la ONU por el estado de los refugiados durante la invasión a Timor Oriental en
los setentas. A la corresponsal del Sunday Times no le interesaba la política.
A través de crónicas desgarradoras, Marie, les daba voz a los rostros ocultos
de la guerra.
En México periodistas como Miroslava
Breach, han sido víctimas la guerra, no una tan convencional como los
conflictos bélicos en Afganistán o Ruanda, pero sí una guerra contra el
narcotráfico.
Según la organización Reporteros Sin
Fronteras (RSF) cada vez más mujeres ejercen como periodistas. Sin embargo, los
riesgos que presenta esta profesión son aumentados cuando la periodista es una
mujer. Respecto a esto, en 2015 RSF incluyó en Manual de Seguridad para
Periodistas, recomendaciones específicas para reporteras entre las que incluían
el utilizar varias capas de ropa para no revelar la figura y no tomar alcohol,
fumar o mostrar conductas que puedan interpretarse como promiscuas.
Mujeres como Helen Kirkpatrick, Marie
Colvin, Miroslava Breach y Martha Gellhorn – considerada como una de las
reporteras de guerra más importantes del siglo XX - son precedentes de la gran
labor que realizan las periodistas y corresponsales en la cobertura de
conflictos bélicos y violentos. Ellas, como periodistas, no sólo luchan por la
verdad. También, encabezan una lucha constante ante las implicaciones de ser
mujer en una profesión mayoritariamente ejercida por hombres.
El
periodismo es también el sueño y la vocación de muchas
Algo que se cree firmemente desde que se
decide ser periodista, es que permitirá hacer lo que se ama: escribir. El
periodismo da la experiencia y las vivencias que se necesitan para hacer
cuentos, novelas. Porque así se ha visto, con grandes autores.
Incluso, si buscamos en el todopoderoso
Google, aparecerán sus rostros, la parte mala es que no hay tantas mujeres, lo
cual es una injusticia, porque somos la mujer puede ser más arriesgada en
ocasiones, más pasional, tenemos un poco más de creatividad y ni qué decir del
tacto hacia la gente. Sin embargo, hay pocas que tienen una columna literaria
como la de Cristina Pacheco.
No se trata del empoderamiento de la
mujer, sino de arriesgarnos a hacer más, porque se puede, comenzar paso a paso,
salir de la zona de confort que por años se nos fue asignada. Y por ejemplo,
salir a descubrir el mundo, aquel que todos afirman es peligroso para que una
mujer, periodista, salga a vivirlo, sola.
Gabriel García Márquez decía que
escribía sólo sobre lo que conocía, el periodismo te da la oportunidad de ver
lo mejor y lo peor que existe, sería excelente que se pudiera lograr que fuera
más segura, por lo mucho que nos ofrece.
Esta editorial, busca hacer una
reflexión sobre el papel de las mujeres en el periodismo. A través de este
recorrido por las distintas ramas en esta noble profesión, fuimos testigos de
que no sólo es un trabajo para hombres. Es tiempo de reconocer la labor de las
mujeres periodistas y con base a las historias de éxito como la de Marie
Colvin, Lydia Cacho y María Luz Morales, exhortar a las mujeres a ejercer el
periodismo, como a los medios a abrir sus puertas a ellas. Es hora de que esta labor deje de ser
mayoritariamente regida por hombres.
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